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Matteo Ricci

La puesta en escena "Matteo Ricci" es ejercicio dialéctico de un diálogo que se disputa, debate, organiza, protesta, construye, reconstruye y de este modo teje el discurso escénico, interdisciplinario, de dos líneas dramatúrgicas fundamentales: por una parte, la denuncia y el reclamo por el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, apenas el pasado 20 de junio del 2022, a manos del crimen organizado que azota al país y que, para este caso en particular, deja huella especialmente dolorosa por haber sido, ambos religiosos, gente muy conocida y querida en la comunidad Cerocahui dada su labor humanitaria y por la que, en el convivio cotidiano, terminan por disolverse hasta hacerse pueblo y parte de la comunidad en que habitaban. Y, por otro lado, la vida y obra del también jesuita Matteo Ricci -que da título a la puesta- quien viviera entre 1552 y 1610 y fuera, entre muchas otras cosas, misionero, matemático y cartógrafo tan recordado por su contribución al intercambio cultural entre Europa y China. 

En este sentido, la obra busca reconocer la relevancia de los procesos espirituales y culturales que construyen conocimiento compartido y se acuerpan en el aprendizaje de la lengua, las costumbres y creencias que son sitio para la necesidad común de la vida en contingencia. Por ello, podemos decir que las personalidades que dan pie al discurso teatral son, por una parte, religiosos jesuitas, pero, por otro lado, fundamentalmente viajeros, trotamundos, pensadores y eruditos que aventuraron sus misiones humanitarias hasta verse transformados por las comunidades que, no sin dificultades, terminaron por hacerlos suyos. 

De este modo, el recorrido de ambos trayectos que se entrecruzan a cada tanto y a través del empuje extraordinario de un grupo de actores y actrices presentados de forma absolutamente transparente y, muchas veces, sin cortapisas de ficción alguna, puesto que producen una presencia de rompimiento brechtiana en la que sus propias voces, sus opiniones y sus posturas son hilo de Ariadna que teje el conjunto con que se entrelazan múltiples recursos: la teatralidad que provoca el lenguaje de la máscara, el juego tecnológico de la multimedia -con el diseño escenográfico que se dibuja a través del recurso de grandes pantallas donde se proyectan las atmósferas y los sitios que habrán de ser habitados durante el recorrido de la puesta en escena-, el teatro de objetos en la presentación de pequeñas maquetas recorridas por cámaras que proyectan sus espacios agigantados en las ya mencionadas pantallas, la activación de máquinas autómatas que constituyen estrategia teatral para contar la historia de Matteo Ricci y la música en vivo a través del canto virtuoso de las actrices y de la interpretación bien ajustada a la escena del músico Jesús Cuevas. 

Es así como la obra es un acumular de capas tectónicas que chocan entre sí, provocando el temblor de lo que termina siendo una manifestación política contra la realidad infame de nuestro presente: al día de hoy la emergencia nacional de las desapariciones forzadas y los asesinatos a manos del crimen organizado alcanza la cifra escalofriante de más de 110 000 personas desaparecidas y, por esto, se justifica el despliegue de la bandera nacional en blanco y negro como luto compartido por quienes han sido y son víctimas de la violencia brutal. 

Resta decir que, siguiendo a Ileana Diéguez, el espectáculo teatral no incurre en subrayar la violencia enajenada del necro poder que acorrala al país, sino que, por el contrario, sugiere el contexto de nuestra realidad nacional desde la suficiente distancia donde la catarsis es sabiamente contenida y para desatar, en todo caso, la reflexión de una razón apasionada que busca la transformación del mundo insoportable, a través del rito para duelo necesario y en la exigencia por la verdad y la justicia. 

Con las actuaciones de Esther Orozco, Rocío Leal, Alejandra Garduño, Patricia Yáñez, Valentina Manzini, Ricardo Leal, Héctor Holten, Andrés Weiss, Adrián Aguirre y David Martínez Zambrano, la obra "Matteo Ricci" tendrá las útlimas funciones de su temporada en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes, este 9, 10 y 11 de Junio.


Dirección: Luis de Tavira

Dirección adjunta: Jorge A. Vargas.

Dramaturgia: Luis de Tavira, Jorge A. Vargas, José Ramón Enríquez, José María de Tavira.

Diseño de escenografía, iluminación y video: Philippe Amand


Fotografía: Verónica Albarrán




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